¿Cuándo contratar a un copywriter freelance y cuándo a un equipo completo?
Últimamente, he notado una tendencia en LinkedIn que parece ya me parece puro control + C y control + V.
Empiezan con títulos como:
👉 “No contrates a un @ cuando necesitas todo un equipo de marketing”.
La primera vez que lo vi, me gustó, la segunda vez dije ah me volvió a salir la misma publicación. (pero no lo era)
Y de ahí me topé a gente publicando lo mismo, ya sean media buyers, community managers, social media managers, etc.
La verdad, los entiendo.
El que contrata a veces exige mucho más de lo que tú haces. Si te metes a revisar vacantes en Indeed, Glassdoor o LinkedIn, y te topas con anuncios que piden un copywriter…
✅ Que se encargue de manejar meta ads y analizar métricas.
✅ Que diseñe creativos en Canva (o Photoshop si es pro).
✅ Que gestione equipos y, si le queda tiempo, que haga cafés.
(Sí, exagero… pero solo un poco).
Lo malo es que luego te pueden echar la culpa de que las cosas no funcionen. Y es muy frustrante.
Entonces, el “empleado” que buscan es más bien un equipo completo disfrazado de X puesto. Y aquí viene una gran verdad que no aceptan:
💡 Si exiges mucho, ofrece mucho.
Porque muchos de estos profesionales (todólogos) pueden ganar bastante bien trabajando por su cuenta como freelancers o en otras empresas. Y si los quieres de tu lado, tienes que hacer que valga la pena.
¿Qué hace realmente un copywriter?
Un copywriter no es un pulpo multiusos.
Es un especialista en comunicación que vende: palabras que persuaden, conectan y generan acción. No es quien te va a manejar el CRM, ni quien va a dirigir el equipo de ventas… aunque a veces (y solo a veces) pueda dar ideas buenísimas.
Piensa en el copy como el letrero luminoso de LC SIGN (like si entiendes la referencia) en la vitrina que hace que la gente entre a tu tienda.
Si la tienda no tiene buenos productos o está toda desordenada, por más brillante que sea el letrero, nadie compra.
Así que pasemos al tema principal…
¿Cuándo sí es el momento de contratar a un copywriter?
🔹 Cuando ya no puedes con todo (y necesitas delegar).
Has estado escribiendo tus propios anuncios y correos, pero tu tiempo ya no alcanza. Los negocios empiezan a exigir tu tiempo en otras áreas. Si quieres escalar, necesitas pasarle el teclado a alguien que comunique por ti (y lo haga bien).
👉 Pero recuerda que delegas pocas cosas a la vez y no todo a una persona.
🔹 Cuando sientes que tu mensaje no conecta (y nadie te pela).
Publicas y nadie responde. Un copywriter afina tu mensaje, crea ofertas irresistibles y logra que tu audiencia finalmente te escuche… y actúe.
🔹 Cuando quieres monetizar diferentes canales (y no sabes por dónde empezar).
Tienes lista de correos, redes y tal vez hasta un blog olvidado. Un copywriter los convierte en máquinas de captar leads y vender sin que suenes como un robot.
🔹 Cuando lanzas un nuevo producto (aumentar las probabilidades de éxito).
La primera impresión cuenta. Un buen copywriter crea ofertas irresistibles, títulos que enganchan, y asegura que la comunicación esté bien alineada a tus objetivos y los niveles de consciencia de tu audiencia.
🔹 Cuando tienes presupuesto para publicidad (y estás listo para testear).
No existe gurú del marketing que garantice el éxito desde tu primera campaña. Por eso la mayoría de los contratos siempre se hacen por 3 meses. Las campañas necesitan prueba y error.
Si asumes que habrá aprendizajes antes de las ganancias, un copywriter puede ayudarte a minimizar riesgos y acelerar el proceso.
En resumen:
Contratar a un copywriter es una excelente inversión cuando lo haces en el momento correcto y con expectativas claras.
No lo contrates si lo que buscas es un equipo completo de diseño, edición y manejo de anuncios por el precio de una persona.
Así que, si buscas un Ferrari, prepárate para pagar el Ferrari.
Y si solo necesitas un buen coche que te lleve del punto A al B, asegúrate de que sea el adecuado para ti.
¿Crees que es tu momento y te interesa vender más aplicando estrategias de copywriting?
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